Celebran pueblos Warijó, Ralámuli y Ódami Encuentros del Maíz

En búsqueda de fortalecer la agricultura familiar, el intercambio de semillas y las prácticas campesinas, el Gobierno del Estado de Chihuahua a través de la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi), desarrolló cinco Encuentros del Maíz con población originaria de los pueblos Ralámuli, Ódami y Warijó.

Entre los meses de febrero y marzo, personal de la Coepi, en organización con autoridades indígenas de 17 municipios, realizó los encuentros en cinco sedes estratégicas que abarcan la región serrana.

La primera de ellas fue localidad de Las Fresas, del municipio de Guadalupe y Calvo, en la cual se dio cita población del pueblo Ódami. El segundo lugar fue Agua Zarca, Guachochi, donde se contó con comunidades ralámuli.

Santa Rosa de Arisiachi, del municipio de Guerrero, fue la tercera sede, en el que la reunión se nutrió con la participación del pueblo Warijó.

El cuarto y quinto evento fue dirigido a las comunidades ralámuli cercanas a las localidades de Mesa de la Hierbabuena, Batopilas y Porochi, Urique, respectivamente.

En los encuentros se contó con la presencia de la titular de la Comisión, María Teresa Gurrero Olivares, quien de viva voz trasmitió su compromiso en continuar el trabajo conjunto entre la institución y las comunidades, para consolidar los programas productivos y sociales que la Coepi ha impulsado en la Sierra Tarahumara.

Los temas abordados en las mesas de trabajo distribuidas por región fueron: la fertilidad de los suelos, los tipos de semillas, la producción de maíz y frijol para el autoconsumo, los niveles de aprovechamiento de tierras, las plagas y los problemas actuales de la agricultura.

Durante los cinco eventos se hizo hincapié en la falta de lluvia y la sequía que azota a las y los campesinos indígenas, por lo que Álvaro Salgado, invitado especial experto en Desarrollo Rural Sustentable y Agroecología y miembro del Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas (Cenami), compartió los proyectos y experiencias de diferentes comunidades indígenas alrededor del país, para atender esta problemática.

Entre los conocimientos compartidos por Salgado destacan: propuestas de recolección de agua de lluvia, obras de restauración del monte para mejorar la humedad y filtración, y construcción de represas o pozos en zonas altas para almacenaje en épocas complicadas.

Como tradicionalmente se acostumbra en estas actividades, se efectuó el intercambio de semillas de las diferentes regiones y la descripción de los procesos de cosecha, sus variedades, sus cualidades y características, así como usos alimenticios, económicos y prácticos de cada producto.

Las y los productores indígenas participantes pertenecen a los municipios de Balleza, Batopilas, Bocoyna, Carichí, Chínipas, Guachochi, Guadalupe y Calvo, Guazapares, Guerrero, Madera, Morelos, Moris, Nonoava, Ocampo, Temósachic, Urique y Uruachi.

Los encuentros del maíz se han generado como un espacio de diálogo que abona al fomento a la producción y la dieta tradicional, al mismo tiempo que se refuerza la cultura y la convivencia comunitaria.

En años anteriores, los encuentros habían sido celebrados como una festividad que aglutinaba a cientos de personas, sin embargo, ante el panorama sanitario actual, la Coepi reinventó el modelo de reunión, para reducir los grupos de trabajo y prevenir la propagación del virus.

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