EL SHOW TIENE QUE CONTINUAR: La historia del Circo Portugal en Cuauhtémoc

Él es Rene Portugal, empresario circense y miembro de una dinastía de personas que a lo largo de la historia han visto en el espectáculo sano, y en el humor blanco, la forma de generar ingresos a través de la diversión de niños y adultos a través de la marca Circo Portugal; hoy, luego de varios meses de cierre por la pandemia del Covid 19, trabaja cada día pensando en qué actividad realizar para llevar el sustento a su familia, en lo que se le permite trabajar en lo que sabe, llevar un momento de alegría a quienes lo visitan.

Rene Portugal, nos atiende en entrevista al salir de la cabina de su tracto camión rojo, utilizado para el traslado de las carpas, herramientas y equipo, y que ahora por la cuestión de crisis, tuvo incluso que desarmar el camarote para venderlo “al kilo” y obtener 1 mil 800 pesos que utilizó para comprar una pequeña despensa que duraron una o dos semanas.

A pesar de llevar casi cinco meses sin actividad, por ser considerado una actividad no esencial, el rostro de René denota la honradez y el abolengo de aquellas familias que a pesar de los momentos difíciles, buscan cómo sobrevivir de manera honrada, en tanto se les permite nuevamente trabajar para ganarse el sustento.

El Circo Portugal está ubicado en la esquina de las calles 94 y Águilas de la colonia Tierra Nueva en esta ciudad, a escasos metros de un expendio de cerveza, el cual ha registrado ventas al límite de su capacidad, por ser considerada actividad esencial, a pesar, de que el consumo de bebidas embriagantes favorece, en la mayoría de los casos, las aglomeraciones sin medidas sanitarias al interior de domicilios, o en fiestas clandestinas.

A pesar de esto, Rene Portugal menciona que como otro tipo de empresa, es importante que se registren las ventas en los expendios, pero explica desesperado como a lo largo de las semanas, ha acudido a Gobernación Municipal de Cuauhtémoc en búsqueda de algún protocolo que le permita abrir y atender no al máximo de 500 personas de l capacidad de su circo, sino al menos con 100 o 200 personas, cantidad que le permita generar ingresos y pagar las cuentas pendientes.

El Circo Portugal estaba integrado de cerca de 25 artistas circenses, hoy, solamente tres payasos y sus familias, además de la de René Portugal, se han mantenido en el predio que les es prestado y que amablemente su propietario por el momento no cobra ingreso alguno; se fueron malabaristas, edecanes, trapecistas y demás familiares que se vieron obligados a buscar mejor suerte en otras ciudades, o en Sinaloa, de donde son oriundos.

Para esta semana, la esperanza de la familia Portugal se centraba en que el semáforo amarillo les permitiera esa tan ansiada reapertura de actividades, sin embargo, el anuncio del Gobernador del Estado de la permanencia de Cuauhtémoc en zona color naranja, fue una mala noticia que llevó a la desesperación que empieza a rayar en una crisis como antes no la habían tenido, se vieron obligados a vender incluso la casa rodante donde vivían, y han habilitado, un pequeño baño y dormitorios en el vagón por donde antes ingresaban filas y filas de personas a pagar su boleto.

La solidaridad de los cuauhtemenses con despensas y el apoyo de empresas como La Norteñita, han permitido a la familia obtener el alimento diario, los payasos se han convertido en jornaleros y se dedican durante las ocho horas de jornada laboral, a trabajar en la pisca de la manzana; René, pasó de ser el titular de una empresa cirsense a tener que trabajar como chofer eventual de una frutería, en donde a las jornadas de madrugada y regreso de noche, se fueron se le fueron agregando otras actividades por el mismo salario como el descargue de los productos que trasladaba a la zona serrana, así como la recolección de pagos y administración de esa clientela; el riesgo era mucho por el traslado de dinero comentó.

Para salir adelante, todas las tardes René se dispone a vender los algodones de azúcar y las espadas con luces que anteriormente se comercializaban al interior de las funciones; algunos días, se han generado 130 pesos de ganancia, menos los 100 pesos de gasolina que dispuso para una pickup propia en la cual fue a buscar suerte en la colonia CTM sin éxito, ese día serían entonces 30 pesos de ingresos, más lo que su hijo, lavaplatos en un restaurante de pizzas tipo menonita logró obtener.

Tiene pensado, proponer al gobierno local la instalación de la carpa que en algún momento llegó a rentar para que particulares realizarán una actividad, y usarla de techo, pero sin las lonas que permiten la visibilidad en los laterales para permitir la oxigenación; la entrada, sería el filtro por el cual obligadamente tendrían que pasar y a través del cual podrían utilizar el tapete sanitizador, revisar el uso del cubrebocas y disponer del gel antibacterial con el cual cumplir las medidas que establece el gobierno federal.

Así, con esa propuesta cargado de ilusiones y sustentada en la necesidad de tener que generar ingreso para el sostén de la empresa y garantizar el alimento diario, Rene Portugal muestra una sonrisa que denota la esperanza de una empresa que repose en sus hombros y que no está dispuesto a dejar.

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